Cuaderno en blanco

Hoy es realmente el primer día del año para mi. La semana pasada con las fiestas, familia, vacaciones de los niños y los Reyes, aunque el año ya había empezado, fue un semana muy extraña. No sabíamos si íbamos o veníamos, una vorágine que solo nos permitía seguir el día a día, pero sin tiempo para pensar.

Hoy ya hemos quitado el árbol y el Belén. La casa recupera su aspecto habitual y las rutinas vuelven a nuestras vidas. Esas rutinas de las que muchas veces protestamos pero que son las que dan orden y calidad de vida. Siempre he dicho que a mí las rutinas me gustan, eso sí, me gustan las nuestras.

Son ya muchos años trabajando en ellas. Dando forma a unas normas y unas costumbres que hemos elegido y que hacen que el barco navegue. ¿Cómo no me van a gustar si las hemos hecho nosotros y son nuestras?

Ya tengo mi agenda nueva y me encanta verla en blanco. Me transmite la sensación de que tengo todo un año por delante para hacer un millón de cosas. Y que ese millón de cosas solo dependen de mí, de mi bolígrafo, de mi cabeza y sobre todo de mis ganas de seguir haciendo cosas que al final siempre darán sus frutos. Así que… ¿vamos?

Lo importante es escribir en esa agenda con ilusión, pensar muy bien qué queremos hacer y con quién queremos hacerlo y plantear una estrategia.

¿Dónde queremos llegar? ¿Qué camino vamos a elegir para llegar al destino? ¿Quiénes serán nuestros compañeros de viaje?

Como en todo viaje se irán abriendo caminos nuevos, que al final, también nos llevarán a Roma. Esos caminos no podemos preverlos ni planificarlos pero yo estaré abierta a descubrirlos y recorrerlos.

La experiencia me ha demostrado que aunque a veces he pensado que me desviaban de mi ruta, siempre he aprendido muchas cosas nuevas y se han ido abriendo puertas donde nunca pude ni imaginar.

• Quiero seguir aprendiendo y formándome en temas que para mi hace un par de años eran poco menos que ciencia ficción.
• Quiero seguir luchando y trabajando en los Social Media, un mundo que me ha dado muchas satisfacciones. Siempre hay cosas nuevas que aprender, digerir, diferenciar el grano de la paja, utilizar y sacar partido. Quiero aprender más, mucho más y quiero sacarle sus frutos.
• Quiero vivir intensamente todo lo que me pase. Exprimir al máximo cada momento, cada experiencia y ser como una niña pequeña dispuesta a sorprenderme y absorber como una esponja todo lo que me rodea.
• Quiero que mis compañeros en este viaje sean como los que tengo ahora. Honestos, profesionales, con la cabeza muy bien amueblada, sensatos, listos y sobre todo muy buena gente.
• Quiero olvidar lo malo y pensar que han sido experiencias que me ayudaran a seguir caminando de frente y con las ideas muy claras.
• Quiero seguir pensando que es mejor perderse que nunca embarcar.
• Quiero que la coyuntura y las circunstancias no me hagan perderme y olvidar mis prioridades.
• Quiero seguir creyendo en los valores y quiero transmitírselos a mis hijos. Esfuerzo, trabajo, responsabilidad, estudio, empatía, nobleza, generosidad, solidaridad y sobre todo no olvidar nunca que todo lo que hacemos tiene sus consecuencias. Y me gustaría que esos en los que hemos dejado la dirección de todos, tampoco se olviden de ello.
• Quiero que mi familia y mis amigos sean felices y que por torcidas que vengan las cosas, sepamos que siempre hay una salida. A lo mejor está más lejos de lo que nos gustaría, pero la hay.
• Quiero que la ilusión y el optimismo no me abandonen nuca.
• Quiero seguir creyendo que los finales felices claro que existen y que todos podemos escribirlos a base de no rendirnos.

Y sobre todo quiero que en mi tarjeta de visita siga poniendo Rus Martínez Cantero, esposa, madre, hija, amiga, profesional y FELIZ !!!

Y ahora ya…. a rellenar la agenda !!!!